Hasta siempre !!

HASTA SIEMPRE !!

Mabel Loschiavo fué una gran periodista de cultura en general que nos dejó en octubre del 2012, su trabajo abarcó muchos géneros; teatro, cine, televisión y en el ámbito literal fué una gran crítica de literatura y lectora. Conductora de programas en diversas radios y al final de su carrera en Radio UBA. Fué directora del recuperado (en ese momento) Cine Cosmos-Uba (hoy de futuro incierto ya que a febrero del 2015 se encuentra cerrado) allí organizó infinidad de festivales de cine. Todo tipo de evento cultural pasó por su pluma y también ( por sobre todas las cosas ) fué gran amiga de sus amigos, una madraza en su familia y una tenáz luchadora.
MAS ABAJO EN ESTE BLOG ENCONTRARÁS MUCHOS COMENTARIOS Y CRITICAS TEATRALES REALIZADAS POR MABEL

Mabel entrevista a Pablo Conde en el Festival de Cine de Mar del Plata

Transmitida el sábado 25 de agosto de 2012 por RADIO UBA 87.9 FM en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina

Entrevistas para el programa "La vida de noche" de Radio Belgrano am 950

Mabel entrevista a Andrés Borghi

Segmento del programa "Intercambio Cultural" de Mabel Loschiavo y con la participación de Esteban Rojas en Radio UBA 87.9 FM

Mabel entrevista al Director Sergio Vera

"Intercambio Cultural" de Mabel Loschiavo con la participación de Esteban Rojas en Radio UBA 87.9 FM. Entrevista a Sergio Vera acerca del ciclo LA GRAN MARATÓN DE CORTOS y el la situación del cine independiente y fantástico argentino actual.

Mabel conduciendo su ciclo en Radio UBA

Mabel conduciendo su ciclo en Radio UBA

Mabel junto a Serrat

Mabel junto a Serrat

Foto luego de la hermosa entrevista por "PETRONA" en Radio Uba, en el programa de Mabel Loschiavo

Foto luego de la hermosa entrevista por "PETRONA" en Radio Uba, en el programa de Mabel Loschiavo

miércoles, 5 de mayo de 2010

Mario Benedetti


MARIO BENEDETTI

Poeta y novelista uruguayo nacido en 1920 en Paso de  Los Toros.

Recibió la formación primaria y secundaria  en Montevideo y a los dieciocho años se trasladó  a Buenos Aires donde residió por varios años. En 1945 formó parte del famoso semanario «Marcha» donde se formó como periodista, colaborando allí hasta 1974.

Ocupó el cargo de director del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Montevideo.

Desde 1983 se radicó en España donde permanece la mayor parte del año. Obtuvo el VIII Premio Reina Sofía de Poesía y recibió

el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante. Su vasta producción literaria abarca todos los géneros, incluyendo famosas letras de canciones, cuentos y ensayos, traducidos en su mayoría a varios idiomas.

De su extensa obra se encuentran entre otros, la novela «Gracias por el fuego», «El olvido está lleno de memoria», y los poemarios, «Inventario Uno» e «Inventario Dos».Falleció en Montevideo en mayo de 2009.

Mario Benedetti: cuento “El Otro Yo”
Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la nariz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente, se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se había suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.
Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas.
Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».
El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.

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